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Esta tendencia está generando nuevos mercados que demandan nuevas
normas de calidad, transparencia, apertura y organización entre otros aspectos.
Esta nueva sociedad del reciclado ha fomentado que se desarrollen nuevos
productos y procesos que consideran desde la temprana etapa del diseño aspectos
preventivos de su impacto ambiental considerando el resto de etapas posteriores
en su ciclo de vida como; potencial de reutilización, incorporación de mejoras
que minimicen la carga contaminante asociada, uso adicional, fácil desmontaje,
etc.
Legislación
De las
directivas existentes que aplican a aspectos relativos a la logística inversa,
fue la directiva de envases y residuos de envases (DC 94/62/CE) la primera en
considerar la gestión de los retornos (en este caso residuos de envases y
envases usados) como pilar para la reducción de los impactos ambientales
asociados. A día de hoy son más las directivas que se han desarrollado en este
ámbito: para vehículos fuera de uso, residuos de equipos eléctricos y
electrónicos, residuos de construcción y demolición y envases de productos
fitosanitarios.
Además y entorno
a la reducción de los efectos sobre el medio ambiente que causan los residuos,
y aprovechar su potencial para reutilizarlos, reciclarlos, o valorarlos
energéticamente se han desarrollado la Directiva Marco de Residuos (DC
2004/12/CE), la cual tiene como objetivo “el establecimiento de medidas para
proteger el medio ambiente y la salud humana mediante la prevención o la
reducción de los impactos adversos de la generación y gestión de los residuos,
la reducción de los impactos globales del uso de recursos y la mejora de la
eficacia de dicho uso”. Esta ley define el límite entre lo que es, y no es un
residuo. Además establece una jerarquía para los residuos, en la que la
prevención es la opción más adecuada, seguida por la reutilización, reciclaje,
valorización, y eliminación.
Además de
trasponer las leyes europeas, los esfuerzos nacionales se han unificado en un
plan nacional integral de residuos, PNIR 2008-2012 que pretende superar las
limitaciones del plan anterior. En lo relativo a envases, ha establecido unos
objetivos con la finalidad de reducir el impacto medioambiental, y alcanzar los
objetivos impuestos desde Europa, para ello establece una serie de medidas:
Prevención:
reducir la cantidad y nocividad de los residuos de envase. Disminución de 4% de
los residuos de envases domésticos (2012). Disminución en un 50% de las bolsas
comerciales de un solo uso a partir de 2009, sustitución progresiva por bolsas
biodegradables y prohibición progresiva a partir de 2010.
Reutilización:
los objetivos establecidos en el anterior PNIR para envases y embalajes
industriales se aumentan, con especial atención para los bidones y paletas. Los
objetivos de reutilización de envases de vidrio son de un 15% en todos los
canales que no sean hoteles, restaurantes y cafeterías (Horeca) donde tendrán
sus propios objetivos.
Reciclado:
garantizar y verificar el cumplimiento de los objetivos legales en materia de
reciclado y valorización de envases. Aumentar la tasa de reciclado de los
materiales de origen diverso presentes en los residuos de recogida selectiva:
vidrio, papel/cartón, metales y plástico. Incrementar las toneladas recogidas
selectivamente de diferentes fracciones procedentes de otros canales de
recogida: Horeca, grandes generadores, etc.
La logística
inversa
Una definición
es que “la logística inversa se encarga de la recuperación y reciclaje de
envases, embalajes y residuos peligrosos; así como de los procesos de retorno
de excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e
inventarios estacionales. Incluso se adelanta al fin de vida del producto, con
objeto de darle salida en mercados con mayor rotación” (Angulo, 2003). Por
tanto, las actividades incluidas dentro del concepto de logística inversa son
numerosas (figura 2). En base a estas actividades la clasificación por tipo de
logística inversa realizada es: Devoluciones y retornos, residuos o productos
fuera de uso y aprovechamiento de capacidades.
Por otro lado,
los beneficios de la implantación de la logística inversa se dirigen además a
aspectos clave como estar en sintonía con el modelo de desarrollo sostenible,
minimización de costes globales, nuevas materias primas a partir de los
residuos, gestión eficiente de las devoluciones y una mejora general de la
imagen de la empresa que lo implanta. De hecho, un factor importante una vez
implantado un sistema de logística inversa es la capacidad por parte de la
empresa de diseñar envases con mejores propiedades para su reutilización, o
reciclado alcanzándose sinergias con el ecodiseño.
Los costes de la
logística inversa son complejos de calcular debido a que habitualmente no se
encuentran desagregados, y los viajes de retorno de los medios de transporte
son igualmente necesarios. En un estudio de Rogers y Tibben-Lembke (1998) se
valoran los costes de la logística inversa como un 4% de los costes totales de
la logística (3). Una comparativa de costes entre la logística directa y la
inversa es la mostrada en la tabla 1.
La logística
inversa presenta varias ventajas cuando se la compara a la logística tradicional:
crea una imagen de marca comprometida con el medio ambiente, permite campañas
de sustitución de productos (las cuales son una fuente de fidelización de
clientes); favorece la sustitución de materias primas vírgenes por material
reciclado permitiendo ahorros de costes; da la posibilidad de cambiar el envase
de los productos, reduce la cantidad de productos en los inventarios; y aumenta
la seguridad ante robos y mantiene un valor mas real del material inventariado.
Además de las mencionadas como reducir el impacto medioambiental, y servir de
herramienta para el cumplimiento con la legislación. Como contrapartida
aumentan los costes de transporte, manipulación, clasificación, y control de
calidad.
Sin embargo,
existen barreras a la instauración de la logística inversa. Muchos clientes
pero también muchos productores desconocen el valor de los residuos de envases
y su impacto medioambiental. Existe una filosofía empresarial en la cual se
reacciona ante los estímulos en vez de preverlos. Fruto de esta estrategia, las
instalaciones logísticas no son flexibles y no están preparadas para un flujo
inverso de materiales y productos. Estrategias no reactivas permitirían tomar
ventajas competitivas, además de escoger el momento adecuado para la
instauración de capacidades necesarias a medio plazo.
Que buen blog, definitivamente este contenido puede servir para muchos que estén en el área.
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